Insomnio

Una terrible noche, un fuerte insomnio, un congelante frío, un sombrío viento y el rocío parecía empapar las siluetas tenebrosas, no pude cerrar los ojos para entregarme en brazos de Morfeo, solo daba vueltas, prendía cigarrillos y hacia ejercicio para cansarme y dormir, pero todo fue en vano, el ambiente noctámbulo me perturbaba y me llenaba de inpasiencia y el silencio me desesperaba. Así que tomé tu mano y te desperté, al escuchar tu voz calmaron mis angustias repentinamente, el hablar contigo borró la tenebrosidad del ambiente y tus palabras me tranquilizaron a tal grado que el insomnio que parecía no acabar se extinguía poco a poco. La penumbra terminaba y el alba nos sorprendió y el sueño nos infectó y abrazados frente a frente, dormimos.

Una vez más...

UNA VEZ MÁS senti esos tremolantes pasos de la asquerosa impaciencia y la estruenda insertidumbre al hablar ocasionalmente y expresar los pensamientos tan aterradores de la ausencia asesina, que como era costumbre UNA VEZ MÁS solo yo fui el que puso los puntos a relucir, solo escuchaba un ruidoso silencio de tu boca, al finalizar la llamada y en concordancia mutua nos dispusimos a volver a aquella infalible cita de 12 horas las cuales nos fueron insuficientes, UNA VEZ MÁS el tronco seguia duro pero el corazón blando, las extremidades estaban en una insaciable temblorina, los poros manuales seguian chorreando incansablemente, la adrenalina empezó a drenarse hacia la cabeza y como era lógico la mente daba vueltas y seguía en penumbra tormentosa, pero al fin cruzamos miradas después de un doloroso año. Me parece haber escuchado palabras nuevas que curiosamente provenian de aquel tan sombrio corazón, fue un volteón tremendo el que recibi aquella tarde cuando nuestros instintos hicieron marcha a tan exitante acto y esque esa magia envolvente en tu ser me atrajo a lo que por primera vez era una demostración de las anteriores palabras, el penetrante aroma de las hormonas empezaron a sobrecalentar la tan brumosa atmosfera, los sentidos se comensaron a perder y solo nos quedabamos con aquellas acechantes bestias febricitantes que solo anhelaban el desbordante deseo de poseernos, pero por primera vez en toda mi maldita vida el corazón me detuvo y apasiguó a la dominante y rabiosa bestia en que me convertí y lo único que hice fué preguntar que tanta capacidad de seguridad tenías para continuar y derrepente la atmósfera se congeló y la carne se enfrió, nunca supiste contestar y lo único que hiciste fue envolverte con ese sensual ropaje, al parecer en mi primera vez y tan entregado que estaba, fuiste tu a la que tu instinto animal supo vencer al amor y simplemente estabas UNA VEZ MÁS actuando por el instante.
Me ganó el sentimiento y a ti el dolor y la verguenza por no haberlo hecho con el corazón y no nos quedó mas remedio que el retirarnos del lugar y cada quién marcharse en direcciónes completemente diferentes.
UNA VEZ MÁS no supiste que hacer...