febrero 24, 2005

Santería.

Jamás imaginé poderme encontrar en una situación por el estilo, nunca me había imaginado lo tremendamente exquisito que sería compartir tanta parte de mi con alguien tan idéntica a mis anhelos.
Al principio fue algo bastante extraño, el soñar con alguien que llenara el vacío profundo del hueco en el corazón, tantas veces, tantas noches, tantos lapsos cavilando en ella. Pero de repente y justamente en el momento menos pensado la vi entrar a aquel lugar donde miraba las estrellas y contemplaba mi vida con una compañera, era tan radiante que en el instante que apareció, la luna menguante perdió su color al opacarse con tal belleza y sensualidad caminante, ¡era ella! Con quien había soñado tanto tiempo, extrañamente jamás vi su rostro en mis sueños pero con solo vernos a los ojos supimos inmediatamente que al fin nos encontramos. Llevaba un pantalón de manta beige cubierto por una falda larga de tela teñida, una ombliguera de la misma manta y escotada, escapularios, collares e hilos, rodeaban su espléndido cuello, una cruz de plata de buen tamaño colgaba de uno de ellos, el cabello rizado y suelto caía en su espalda con gran sensualidad, las manos repletas de anillos en los dedos sosteniendo una vela en la derecha y en la izquierda un collar grande con una cruz exactamente igual a la que le colgaba a ella, descalza y con una pulsera en el tobillo derecho se dirigió inmediatamente hacia mi, me miró y susurró:
-- ya te conocía en mis sueños, te estaba esperando, este collar es para ti y significa que tu alma y la mía son iguales, con la misma creencia, ideales y esperanzas y esta vela es para alumbrar nuestro camino juntos a través de la oscuridad--
Me colocó el collar en mi cuello, me tomó de la mano izquierda y con la derecha ambos sostuvimos la vela, me levantó de donde estaba sentado, cerró los ojos y puso su frente contra la mía y de repente vi un futuro increíblemente maravilloso a su lado…
¡¡¡Era ella y era santera!!!